PARA CON LOS DEMÁS
Lo que existe en tu interior es lo que darás y, por lo tanto, es lo que recibirás,
ya que para las Leyes del Universo
"dar y recibir son la misma cosa".
ya que para las Leyes del Universo
"dar y recibir son la misma cosa".
Intenta ver en todas las personas,
en todas las cosas y en todas las circunstancias, una misma mente igual a la tuya: la Mente de Dios.
en todas las cosas y en todas las circunstancias, una misma mente igual a la tuya: la Mente de Dios.
Ofrece a los demás comprensión y ayuda
en lugar de sentir enemistad y competitividad.
en lugar de sentir enemistad y competitividad.
Elogia a las personas que alternan normal
o circunstancialmente contigo.
o circunstancialmente contigo.
Recuerda permanentemente que tu propósito
en esta vida es lograr amor, paz y alegría.
en esta vida es lograr amor, paz y alegría.
Trata de estar con gente que sea de tu agrado y también trata de agradarles.
Escapa de los comentarios negativos y desagradables.
Brinda una sonrisa a todas las personas con quien te cruces en la vida,
aunque al principio te resulte forzado o no tengas ganas.
Busca hacer reír a los demás, y sentirás
que es uno de los mejores bienes que puedes poseer.
que es uno de los mejores bienes que puedes poseer.
PARA CONTIGO
Regocíjate de la abundancia que representa despertarse cada mañana frente a la experiencia de un nuevo día.
Agradece constantemente todo lo que tienes:
desde un fósforo, pasando por tus bienes (muchos o pocos),
desde un fósforo, pasando por tus bienes (muchos o pocos),
los seres queridos, hasta el sol si está brillando o la lluvia si está cayendo.
Bendice permanentemente todas tus tareas:
las livianas y las pesadas, las que te gustan y las que no te gustan.
las livianas y las pesadas, las que te gustan y las que no te gustan.
Alégrate de vivir, de estar sano, de tener familia, o pareja, y amigos, de ser creativo.
Esfuérzate por ocupar tu mente con pensamientos positivos, en lugar de los negativos que siempre te abruman:
"según pienses así será".
"según pienses así será".
Cuida y corrige tu lenguaje y abandona el hábito de protestar y de hablar de escasez.
Adopta una actitud de alegría pensando con humor, es decir, manteniendo tu mente abierta y permitiéndote "ver" las situaciones que te toca vivir de manera divertida.
Ríete todos los días lo más que puedas;
si es posible en compañía y, sanamente, ríete de ti mismo.
si es posible en compañía y, sanamente, ríete de ti mismo.
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