sábado, 30 de julio de 2011

RESULTADOS

Había una vez, en un pueblo dos hombres que se llamaban José González. Uno era sacerdote y el otro era taxista. Quiere el destino que los dos mueran el mismo día. Entonces llegan al cielo, donde los espera San Pedro.

- ¿Tu nombre? - pregunta San Pedro al primero.
- José González.
- ¿El sacerdote?
- No, no, el taxista.
R
San Pedro consulta su planilla y dice:
- Bueno, te has ganado el paraíso. Te corresponden estas túnicas con hilos de oro y esta vara de platino con incrustaciones de rubíes. Puedes ingresar...

- Gracias, gracias...- dice el taxista.

Pasan dos o tres personas más, hasta que le toca el turno al otro.

-¿Tu nombre?
- José González.
- El sacerdote?
- Sí.
- Muy bien, hijo mío. Te has ganado el paraíso. Te corresponde esta bata de lino y esta vara de roble con incrustaciones de granito.

El sacerdote dice:

- Perdón, no es por desmerecer, pero... debe haber un error. ¡Yo soy José González, el sacerdote!

- Sí, hijo mío, te has ganado el paraíso, te corresponde la bata de lino...

- ¡No, no pude ser! Yo conozco al otro señor, era un taxista, vivía en mi pueblo, ¡era un desastre como taxista! Se subía a las veredas, chocaba todos los días, una vez se estrelló contra una casa, manejaba muy mal, tiraba los postes de alumbrado, se llevaba todo por delante... Y yo me pasé setenta y cinco años de mi vida predicando todos los domingos
en la parroquia, ¿cómo puede ser que a él le den la túnica con hilos de oro y la vara de platino ya mi esto? ¡Debe haber un error!

- No, no es ningún error- dice San Pedro-. Lo que pasa es que aquí, en el cielo, nosotros nos hemos acostumbrado a hacer evaluaciones como las que hacen ustedes en la vida terrenal.

- ¿Cómo? No entiendo.

- Claro...ahora nos manejamos por resultados... Mira, te voy a explicar en tu caso y lo entenderás enseguida: Durante los últimos veinticinco años, cada vez que tu predicabas, la gente dormía; pero cada vez que él manejaba, la gente rezaba....

¡¡ Resultados!! ¡¡ Resultados!!... ¿Entiendes ahora?

Corazón de segunda mano

Un corazón de segunda mano
Siempre hay algún punto de la vida en el que recibimos golpes bajos, momentos en los que sentimos que se nos rompe el corazón. Pero aunque aparentamos debilidad, somos fuertes, y nuestro corazón también: Nuestro corazón no muere por un mal amor, y hasta el fin de nuestros días siempre tendrá la oportunidad de seguir brillando y amando como un corazón valioso.
Al hablar de corazones de segunda mano, es fácil deducir que ya nos han destrozado nuestro corazón, ese corazón que confiaba y se entregaba, no sólo por la pareja sino por las personas que nos rodeaban.
El ser humano tiene el poder de reinventarse cada vez que cae, tiene la capacidad de volver a comenzar, y puede volver amar con la misma fuerza que el primer amor… y aprende de los errores, con lo que en la segunda oportunidad, sin duda será más cauta antes de entregar su corazón en amores que después no se llevan a cabo.
Tener un corazón de segunda mano no quiere decir que esté malo o defectuoso. Sólo que ya se usó con otra persona, las cosas no siempre salen como se quisiera, a lo largo del camino siempre hay errores y caídas y el corazón es el primer órgano que se ve afectado por las heridas que causa un mal amor, o un amor rechazado. Pero eso no quita que dejemos de creer en las personas, cuando no debiera ser así.
No todas las relaciones son iguales, no siempre nos encontraremos con personas que no saben valorar lo que se les da; por eso no debemos cegarnos y dejar de mirar, ni desconfiar de todo aquel que se nos acerque.
Muchas veces automáticamente nos cerramos a todo lo que nos podría devolvernos la alegría de volver amar, y eso es algo normal, pues nadie desea volver a sufrir una decepción. Pero no usemos nuestra indiferencia como un mecanismo para no sufrir, eso es cerrarse a la vida y no es bueno dejar de soñar. Lo más bonito de la vida es tener ilusiones y esperanzas, eso que no te lo quite nadie, -es tu decisión.
Siempre es bueno y sano buscar el amor,
abrirse a nuevas relaciones,
porque nadie puede asegurar el futuro,
debes vivir el ahora y ser feliz,
lo que tenga que venir después ya se verá a su debido tiempo,
pero no cierres tus ojos ni tu corazón,
no merece la pena, la vida hay que disfrutarla.
Siempre habrá una nueva oportunidad
de volver a empezar una nueva vida,

y si bien da miedo volver enamorarse por miedo al fracaso,
más miedo debe dar el cerrar todas las posibilidades a vivir la vida de forma alegre
y de buenas formas. Quizás de forma diferente a lo que estabas acostumbrada,
pero tú eres fuerte y sabrás darle vuelta a las cosas malas.

- No porque un amor no salió como esperabas
los demás tienen que acabar igual -


¿Por qué caemos en malos amores?

Siempre es sabido que lo prohibido se vuelve tentador, es allí donde empiezas con relaciones que con el tiempo te matan de dolor. Intenta establecer relaciones que se lleven fácilmente, relaciones en las que sabes que habrá amor entre dos y no entre tres o cuatro, porque allí sin lugar a duda tarde o temprano, alguien saldrá herido.
Aunque tengas un corazón de segunda mano, anímate a siempre vivir la vida de la mejor manera posible, con disposición a recibir lo que venga y feliz con lo que se tiene, incluso con lo se ha perdido.
© 12 de noviembre de 2010, autor: Shoshan
Foto CC 2009: Krysten Palmer Photography




ALGO DE PABLO NERUDA

Muere lentamente quien no voltea cuando está infeliz en el trabajo,   quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sue...