¿Sabes
porque Cristóbal Colón pudo descubrir América?...
Porque...
¡¡ERA SOLTERO!!
Si
Cristóbal Colón hubiese tenido una esposa, habría
tenido que oír:
-
¿Y por qué tienes que ir tú?
-
¿Y por qué no mandan a otro?
-
¡Todo lo ves redondo!
-
¿Estás loco o eres idiota?
-
¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo!
-
¿Y sólo van a viajar hombres?
-
¿Me crees tonta?
-
¿Y por qué no puedo ir yo si tú eres el jefe?
-
¡Infeliz, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa!
-
¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre! ¡Sinvergüenza!
-
¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta?
¡ Y la muy mosca muerta se hace la Santa !
-
¿Y dices que es una Niña?... ¡Vete a &@%$
-
¡Todo lo tenías planeado, maldito! Vas a encontrarte con unas
zorras.
-
¿A mí me vas engañar?
-
¿Qué la Reina Isabel va a vender sus joyas para que viajes?
¿Me crees zonza o qué?¿Qué tienes que ver con
esa vieja?
-
¡No permitiré que vayas a ningún lado!
-
No va a pasar nada si el mundo sigue plano.
-
Así que ni te vistas porque ¡¡¡no vas!!!
A
FUERZAS QUE ERA SOLTERO...
PAGINA CREADA POR VICENTE RAMÍREZ ASANZA, PROFESOR DE MATEMÁTICA DEL COLEGIO DE BACHILLERATO ¨LEOVIGILDO LOAYZA" DE LA CIUDAD DE PIÑAS PROVINCIA DE EL ORO
jueves, 27 de febrero de 2014
VIVIR EL PRESENTE
Muchas
de las situaciones incomodas que se presentan en nuestras vidas tienen
su origen en nuestra percepción espacio temporal de nosotros mismos.
Es decir, con el momento en el tiempo y el espacio con el cual nos identificamos.
Físicamente nos encontramos en el presente, pero mental y emocionalmente
¿Dónde nos encontramos?.
¿Experimenta usted estrés en su vida?, ¿Se preocupa usted tanto por el futuro que su presente se reduce a un simple medio de llegar allá?. El estrés es causado principalmente por estar aquí deseando estar allá, o lo que es lo mismo, estar en el presente, pero deseando estar en el futuro.
La consecuencia natural de pretender "estar" en el futuro cuando se existe en el presente, es una tensión interna que sentimos intenta separarnos. Y no podía ser de otra manera, pues energéticamente estamos proyectando nuestra energía hacía el futuro, cuando la necesitamos "aquí y ahora" para vivir nuestra vida plenamente.
¿Cómo saber si no estamos viviendo el momento presente plenamente?, sencillo, observemos nuestros pensamientos y sentimientos en este momento, y en todo momento.
Soltar el Pasado
Observe sus procesos mentales, y trate de establecer si sus pensamientos le hacen sentir culpable, orgulloso, resentimiento, angustia, rabia, odio, arrepentimiento, frustración, o auto compasión. Si logra identificar alguno de esos procesos, no solo está reforzando una falsa percepción de si mismo, pero además está acelerando el proceso de envejecimiento de su organismo, al permitir que una acumulación de emociones pasadas sobrecargue su sistema nervioso.
El pasado no es necesario, refiérase a él solo si es absolutamente relevante a su momento presente. Sienta el poder del momento presente al experimentar la totalidad de su Ser. Sienta su presencia.
¿Se preocupa usted?, ¿Se sorprende a si mismo con pensamientos que comienzan por "Si hubiera...."?. En ese caso está usted usando su mente para proyectarse a un futuro imaginario que no tiene manera de saber si alguna vez experimentará. Y por supuesto no hay manera de afrontar esa situación porque simplemente ¡No Existe!, no es más que una creación mental.
Pero, ¿Puede usted realmente pre-ocuparse?. Contrario a lo que pudiera pensar No puede. Una vez llegado el momento puede ocuparse, pero pre-ocuparse, ocuparse antes de tiempo, simplemente no es posible.
Y en cuanto a las frases que comienzan por "Si hubiera...", hubiera es la conjugación verbal más inútil de nuestro lenguaje. Es muy parecida, en sus efectos, a "pre-ocuparse", solo que esta vez la conexión está en el pasado. Cuando fue el momento tuvimos la oportunidad de ocuparnos, una vez pasado ese momento ya no hay "hubiera" que valga.
Las personas que incurren en estas practicas por lo general tienden a desarrollar y arrastrar sentimientos de culpa por el pasado, y de miedo, angustia y ansiedad por el futuro. Y, ¿Cuál cree usted que es el resultado?. Como consecuencia dejan pasar el momento presente, por no estar conectados con el aquí y ahora.
Lamentablemente una vida entera puede transcurrir de esa manera, y afortunadamente también hay maneras muy sencillas de superar ese estado.
Respirar Conscientemente
Una de las técnicas más sencillas para conectarnos con el presente se basa en tomar consciencia de nuestra respiración. De sentir como el aire entra y sale de nuestros pulmones, naturalmente, sin interferir con su flujo, como testigos silenciosos de ese proceso. Sentir como ese aliento energiza todo nuestro Ser.
Lo único que realmente necesita afrontar un ser humano en cualquier etapa de su vida real, contrario a lo que la mente con sus proyecciones imaginarias nos pueda hacer pensar, es este momento presente.
Pregúntese a si mismo ¿Qué problema existe aquí y ahora, en este mismo instante?, no el año próximo, o mañana, ni siquiera en los próximos cinco minutos. ¿Hay algo que no funcione en este instante?.
Luego de tomar consciencia de nuestra respiración y conectarnos con el presente, podemos sorprendernos al sentirnos extrañados ante las anteriores preguntas, pues naturalmente fluirá un no como respuesta.
Siempre se puede afrontar y resolver cualquier situación en el presente, pero el pasado quedó atrás, y el futuro aun no ha llegado. Al reconocer esto, automáticamente reconocemos también, como es natural, que ni siquiera tenemos que pensar en ocuparnos de otro momento que el presente, y comenzamos a vivir conscientemente cada instante de nuestra existencia.
A partir de ese momento las respuestas, la fortaleza, las acciones, los recursos, etc. estarán allí en el momento justo en que los necesitemos, no antes ni después, pero en el instante preciso en que formen parte de nuestro presente.
Dejar de Esperar
Si le agrada lo expuesto anteriormente esa vida puede ser suya en este mismo instante, solo tiene que dejar de esperar por ella. La realidad es que esa vida siempre ha existido para usted, siempre ha formado parte de usted. El único detalle es que en vez de reconocerla y aceptarla, usted ha preferido sentarse a esperar que llegue.
Esperar es un estado mental. Básicamente este estado refleja que usted quiere el futuro, y no el presente. Que usted no quiere lo que tiene, pero si quiere lo que no tiene. Rechaza lo que ha creado, y desea lo que aun no alcanza.
Este estado mental de espera, inconscientemente crea conflictos internos entre su aquí y ahora donde no quiere estar, y el futuro que ha imaginado y proyectado en su mente que es donde quiere estar. Esto influye adversamente en su calidad de vida, pues como resultado deja escapar el presente, que es el único instante en el que puede hacer realidad sus sueños.
Un ejemplo muy común es esperar por la prosperidad. La prosperidad no puede llegar en el futuro. Cuando le hacemos honor a nuestra realidad presente reconociéndola y aceptándola completamente, lo que somos, donde estamos, y lo que hacemos en este instante; aceptamos totalmente lo que tenemos, y de esa manera pasamos a ser agradecido por lo que tenemos, agradecidos por lo que somos, y agradecidos por lo que hay.
El agradecimiento por el momento presente, y por la plenitud de la vida aquí y ahora es la verdadera prosperidad. En el presente, aquí y ahora, en este preciso instante. Al poco tiempo, esa prosperidad comenzará a manifestarse en cada aspecto de su vida.
La próxima vez que se sorprenda a si mismo en un estado mental de espera, tome consciencia de su respiración, y conéctese nuevamente con el presente. Permítase ser y disfrute siendo. Si usted está presente, no tendrá necesidad de esperar por nada.
Un detalle que contribuye a mantenernos conectados con nuestro presente, es mantenernos alertas de nuestros hábitos, especialmente aquellos que nos niegan el momento presente, como por ejemplo el descontento.
A medida que nos mantenemos alertas y conscientes de nuestros estados mentales y emocionales, es cada vez más sencillo percibir cuando nos estamos conectando con el pasado o el futuro, o lo que es lo mismo, el inconsciente, y eso nos permite despertar del sueño del tiempo y reconectarnos con el momento presente para vivirlo plenamente.
El descontento proviene de una falsa identificación de nuestro ser con una realidad que solo existe en nuestra mente. Y a medida que constantemente vivamos plena y conscientemente en el presente, le estaremos dando permiso a la plenitud de manifestarse en nuestra vida.
El Poder del Ahora
El poder de obrar, de crear, y de hacer realidad nuestros sueños se encuentra en el momento presente. En la medida que nos conectamos conscientemente y permanecemos en el presente, nos conectamos con ese poder, desde el cual podemos manifestar la más maravillosa realidad que seamos capaces de imaginar.
Préstele atención al presente, tome consciencia de sus pensamientos, sentimientos, palabras, y acciones, de sus reacciones, de sus humores y sus deseos a medida que ocurren en el presente. Conviértase en un observador silencioso de si mismo, obsérvese sin emitir juicio alguno, pero aceptándose tal como es.
Mientras más atención le presta al presente, más lo energiza, y más fácil es permanecer conectado y viviendo en el momento presente, empleando el poder del ahora para expresar la plenitud de nuestro ser.
¡Que Disfrute Su Presente!
LINA RODRÍGUEZ
¿Experimenta usted estrés en su vida?, ¿Se preocupa usted tanto por el futuro que su presente se reduce a un simple medio de llegar allá?. El estrés es causado principalmente por estar aquí deseando estar allá, o lo que es lo mismo, estar en el presente, pero deseando estar en el futuro.
La consecuencia natural de pretender "estar" en el futuro cuando se existe en el presente, es una tensión interna que sentimos intenta separarnos. Y no podía ser de otra manera, pues energéticamente estamos proyectando nuestra energía hacía el futuro, cuando la necesitamos "aquí y ahora" para vivir nuestra vida plenamente.
¿Cómo saber si no estamos viviendo el momento presente plenamente?, sencillo, observemos nuestros pensamientos y sentimientos en este momento, y en todo momento.
Soltar el Pasado
Observe sus procesos mentales, y trate de establecer si sus pensamientos le hacen sentir culpable, orgulloso, resentimiento, angustia, rabia, odio, arrepentimiento, frustración, o auto compasión. Si logra identificar alguno de esos procesos, no solo está reforzando una falsa percepción de si mismo, pero además está acelerando el proceso de envejecimiento de su organismo, al permitir que una acumulación de emociones pasadas sobrecargue su sistema nervioso.
El pasado no es necesario, refiérase a él solo si es absolutamente relevante a su momento presente. Sienta el poder del momento presente al experimentar la totalidad de su Ser. Sienta su presencia.
¿Se preocupa usted?, ¿Se sorprende a si mismo con pensamientos que comienzan por "Si hubiera...."?. En ese caso está usted usando su mente para proyectarse a un futuro imaginario que no tiene manera de saber si alguna vez experimentará. Y por supuesto no hay manera de afrontar esa situación porque simplemente ¡No Existe!, no es más que una creación mental.
Pero, ¿Puede usted realmente pre-ocuparse?. Contrario a lo que pudiera pensar No puede. Una vez llegado el momento puede ocuparse, pero pre-ocuparse, ocuparse antes de tiempo, simplemente no es posible.
Y en cuanto a las frases que comienzan por "Si hubiera...", hubiera es la conjugación verbal más inútil de nuestro lenguaje. Es muy parecida, en sus efectos, a "pre-ocuparse", solo que esta vez la conexión está en el pasado. Cuando fue el momento tuvimos la oportunidad de ocuparnos, una vez pasado ese momento ya no hay "hubiera" que valga.
Las personas que incurren en estas practicas por lo general tienden a desarrollar y arrastrar sentimientos de culpa por el pasado, y de miedo, angustia y ansiedad por el futuro. Y, ¿Cuál cree usted que es el resultado?. Como consecuencia dejan pasar el momento presente, por no estar conectados con el aquí y ahora.
Lamentablemente una vida entera puede transcurrir de esa manera, y afortunadamente también hay maneras muy sencillas de superar ese estado.
Respirar Conscientemente
Una de las técnicas más sencillas para conectarnos con el presente se basa en tomar consciencia de nuestra respiración. De sentir como el aire entra y sale de nuestros pulmones, naturalmente, sin interferir con su flujo, como testigos silenciosos de ese proceso. Sentir como ese aliento energiza todo nuestro Ser.
Lo único que realmente necesita afrontar un ser humano en cualquier etapa de su vida real, contrario a lo que la mente con sus proyecciones imaginarias nos pueda hacer pensar, es este momento presente.
Pregúntese a si mismo ¿Qué problema existe aquí y ahora, en este mismo instante?, no el año próximo, o mañana, ni siquiera en los próximos cinco minutos. ¿Hay algo que no funcione en este instante?.
Luego de tomar consciencia de nuestra respiración y conectarnos con el presente, podemos sorprendernos al sentirnos extrañados ante las anteriores preguntas, pues naturalmente fluirá un no como respuesta.
Siempre se puede afrontar y resolver cualquier situación en el presente, pero el pasado quedó atrás, y el futuro aun no ha llegado. Al reconocer esto, automáticamente reconocemos también, como es natural, que ni siquiera tenemos que pensar en ocuparnos de otro momento que el presente, y comenzamos a vivir conscientemente cada instante de nuestra existencia.
A partir de ese momento las respuestas, la fortaleza, las acciones, los recursos, etc. estarán allí en el momento justo en que los necesitemos, no antes ni después, pero en el instante preciso en que formen parte de nuestro presente.
Dejar de Esperar
Si le agrada lo expuesto anteriormente esa vida puede ser suya en este mismo instante, solo tiene que dejar de esperar por ella. La realidad es que esa vida siempre ha existido para usted, siempre ha formado parte de usted. El único detalle es que en vez de reconocerla y aceptarla, usted ha preferido sentarse a esperar que llegue.
Esperar es un estado mental. Básicamente este estado refleja que usted quiere el futuro, y no el presente. Que usted no quiere lo que tiene, pero si quiere lo que no tiene. Rechaza lo que ha creado, y desea lo que aun no alcanza.
Este estado mental de espera, inconscientemente crea conflictos internos entre su aquí y ahora donde no quiere estar, y el futuro que ha imaginado y proyectado en su mente que es donde quiere estar. Esto influye adversamente en su calidad de vida, pues como resultado deja escapar el presente, que es el único instante en el que puede hacer realidad sus sueños.
Un ejemplo muy común es esperar por la prosperidad. La prosperidad no puede llegar en el futuro. Cuando le hacemos honor a nuestra realidad presente reconociéndola y aceptándola completamente, lo que somos, donde estamos, y lo que hacemos en este instante; aceptamos totalmente lo que tenemos, y de esa manera pasamos a ser agradecido por lo que tenemos, agradecidos por lo que somos, y agradecidos por lo que hay.
El agradecimiento por el momento presente, y por la plenitud de la vida aquí y ahora es la verdadera prosperidad. En el presente, aquí y ahora, en este preciso instante. Al poco tiempo, esa prosperidad comenzará a manifestarse en cada aspecto de su vida.
La próxima vez que se sorprenda a si mismo en un estado mental de espera, tome consciencia de su respiración, y conéctese nuevamente con el presente. Permítase ser y disfrute siendo. Si usted está presente, no tendrá necesidad de esperar por nada.
Un detalle que contribuye a mantenernos conectados con nuestro presente, es mantenernos alertas de nuestros hábitos, especialmente aquellos que nos niegan el momento presente, como por ejemplo el descontento.
A medida que nos mantenemos alertas y conscientes de nuestros estados mentales y emocionales, es cada vez más sencillo percibir cuando nos estamos conectando con el pasado o el futuro, o lo que es lo mismo, el inconsciente, y eso nos permite despertar del sueño del tiempo y reconectarnos con el momento presente para vivirlo plenamente.
El descontento proviene de una falsa identificación de nuestro ser con una realidad que solo existe en nuestra mente. Y a medida que constantemente vivamos plena y conscientemente en el presente, le estaremos dando permiso a la plenitud de manifestarse en nuestra vida.
El Poder del Ahora
El poder de obrar, de crear, y de hacer realidad nuestros sueños se encuentra en el momento presente. En la medida que nos conectamos conscientemente y permanecemos en el presente, nos conectamos con ese poder, desde el cual podemos manifestar la más maravillosa realidad que seamos capaces de imaginar.
Préstele atención al presente, tome consciencia de sus pensamientos, sentimientos, palabras, y acciones, de sus reacciones, de sus humores y sus deseos a medida que ocurren en el presente. Conviértase en un observador silencioso de si mismo, obsérvese sin emitir juicio alguno, pero aceptándose tal como es.
Mientras más atención le presta al presente, más lo energiza, y más fácil es permanecer conectado y viviendo en el momento presente, empleando el poder del ahora para expresar la plenitud de nuestro ser.
¡Que Disfrute Su Presente!
LINA RODRÍGUEZ
jueves, 20 de febrero de 2014
Bill Gates: Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio
Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo, recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:
Regla
Uno- La
vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Regla
Dos- Al
mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo,
independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
Regla
Tres- No
ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido del instituto y no
serás un vicepresidente de una empresa con coche de empresa hasta que hayas
terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.
Regla
Cuatro- Si
piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no
tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
Regla
Cinco- Dedicarse
a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra
diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
Regla
Seis- Si
metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus
errores; aprende de ellos.
Regla
Siete- Antes
de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron
a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca
de lo super guay que eres y lo carca que son ellos. Así que antes de emprender
tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres,
inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu
habitación, escritorio, armario y estuche.
Regla
Ocho- En
la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores,
pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y
te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en
tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene
ninguna semejanza con la vida real.
Regla
Nueve- La
vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en
lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te
encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
Regla
Diez- La
televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene
que salir del café de la película para irse a trabajar.
Regla
Once- Sé
amable con los “NERDS” (los más aplicados de tu clase). Existen muchas
probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
jueves, 30 de enero de 2014
ALGO SOBRE EL ESTRÉS
El problema no es sentir estrés, pues es una reacción fisiológica que
nos prepara para responder en situaciones de peligro. El problema
surge cuando el estrés ha dejado de ser algo eventual para convertirse
en crónico. Nos sentimos amenazados y en riesgo continuamente y se
convierte en “normal” estar estresado.La tensión sólo es
interrumpida por eventuales y breves momentos cuando nos percibimos
libres de amenazas y nos relajamos.
Las consecuencias del estrés sobre nuestra calidad de vida y la salud son devastadoras. Con frecuencia no le prestamos la atención que amerita, lo consideramos como un estado desagradable que nos molesta y de lo que hablamos continuamente, sin darle importancia. No lo vemos como una condición favorable para la aparición de enfermedades. En encontramos el siguiente reporte:
“Un estudio de la Universidad de California demostró que un estrés fuerte durante un corto período, por ejemplo, la espera previa a la cirugía de un ser querido, es suficiente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas específicas del cerebro. Esto es, un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas. El estrés crónico, por su parte, demostró la disminución del tamaño de la zona cerebral responsable de la memoria. Por lo menos, éste es el efecto encontrado en experimentos con ratas.
Estos resultados nos llevan a pensar en la importancia de mirar el estrés como el encendido de una luz roja que no dice:
PELIGRO, usted esta abonando el terreno para las enfermedades, deténgase y vuelva al AQUÍ Y AHORA.
No obstante, la idea no es angustiarse por el estrés, la intención es que usted decida disminuir cada vez más la presencia de esta amenaza en su vida.
¿SABES CÓMO TE ESTRESAS?
Como vimos antes nos estresamos cuando nos estamos sintiendo amenazados y en peligro. ¿Has estado estresado últimamente?
¿Sientes estrés en este momento?
¿Qué amenaza tienes frente a usted?
¿Qué peligro te acecha?
¿Ocurrió lo que imaginaste?
¿Te sirvió de algo estar estresado?
Podemos afirmar que un elevado porcentaje de las veces que nos sentimos amenazados, la amenaza no está ahí frente a nosotros, la estamos imaginando, está en nuestra mente. La alteración fisiológica propia del estrés, la producimos con nuestra imaginación y aunque en ocasiones ocurre lo que fantaseamos, es mucho mayor el número de veces que eso no sucede.Cuando estamos estresados lo que estamos experimentando es miedo. Y el miedo surge porque no estamos en el aquí y el ahora, estamos proyectándonos al futuro, imaginando algo que puede ocurrir más adelante, que no está sucediendo en este momento.
En síntesis, nos estresamos con nuestros pensamientos, con nuestra imaginación, por no estar en contacto con el momento presente.
¿CÓMO EVITAR EL ESTRÉS?
Para manejar el estrés, es preciso comenzar por estar en el aquí y el ahora, nos ayuda mantener un continuo contacto nuestro cuerpo y con lo que estamos sintiendo en cada momento.
Manejar el estrés implica estar alerta y tomar conciencia cuando surja y regresar al momento presente. Contactar lo que sentimos en nuestro cuerpo y con nuestra respiración. También ayuda preguntarse ¿qué es lo que realmente está ocurriendo en este momento y describir los hechos concreto, quitando todo lo que agrega la imaginación.
Pongamos un ejemplo usted tiene una presentación en su trabajo y estámuy ansioso. ¿Qué lo angustia? lo que usted imagina que va a ocurrir: no lo voy a hacer bien, no voy a explicarme con claridad, no voy a saber responder, a su jefe no gustará, no cubriré las expectativas del cliente, y así sucesivamente. ¿Qué hacer en este caso? Sienta las sensaciones que producen estos pensamientos en su cuerpo, sólo mírelas sin juzgarlas, haga contacto con su respiración y manténgase en el aquí en el ahora tanto como le sea posible. También ayuda pregúntese. ¿Cuál es el hecho? y describirlo sin agregarle juicios de ningún tipo: El próximo lunes, a las 10:00 AM tengo una presentación, en ….Concéntrese por completo en lo que está haciendo en el momento presente. No permita que las interpretaciones y su imaginación construyan un futuro aterrador.
La próxima vez que comience a elaborar toda una película ante un hecho que esta ocurriendo, simplemente pregúntese ¿Cuál es el hecho? y quite el drama imaginario.
Otro aspecto importante es no sobre estimar lo que podemos hacer en un tiempo determinado y reservar en nuestra agenda espacio para estar relajado y realizar actividades que ayuden a liberar tensión, tales como actividades deportivas, yoga, tai-chi, artes marciales, bailes, meditaciones, paseos al aire libre, ciclismo, caminatas, masajes, biodanza, en fin la lista es larga, lo importante es que sea alguna actividad que usted disfrute, que pueda comprometerse a realizar y mantener este compromiso en el tiempo. Déle importancia al tiempo que usted dedica a ellas, no las deje, al final de la lista. Usted con el tiempo verá como esto se revierte positivamente en todo los aspectos de su Vida.
Las consecuencias del estrés sobre nuestra calidad de vida y la salud son devastadoras. Con frecuencia no le prestamos la atención que amerita, lo consideramos como un estado desagradable que nos molesta y de lo que hablamos continuamente, sin darle importancia. No lo vemos como una condición favorable para la aparición de enfermedades. En encontramos el siguiente reporte:
“Un estudio de la Universidad de California demostró que un estrés fuerte durante un corto período, por ejemplo, la espera previa a la cirugía de un ser querido, es suficiente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas específicas del cerebro. Esto es, un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas. El estrés crónico, por su parte, demostró la disminución del tamaño de la zona cerebral responsable de la memoria. Por lo menos, éste es el efecto encontrado en experimentos con ratas.
Estos resultados nos llevan a pensar en la importancia de mirar el estrés como el encendido de una luz roja que no dice:
PELIGRO, usted esta abonando el terreno para las enfermedades, deténgase y vuelva al AQUÍ Y AHORA.
No obstante, la idea no es angustiarse por el estrés, la intención es que usted decida disminuir cada vez más la presencia de esta amenaza en su vida.
¿SABES CÓMO TE ESTRESAS?
Como vimos antes nos estresamos cuando nos estamos sintiendo amenazados y en peligro. ¿Has estado estresado últimamente?
¿Sientes estrés en este momento?
¿Qué amenaza tienes frente a usted?
¿Qué peligro te acecha?
¿Ocurrió lo que imaginaste?
¿Te sirvió de algo estar estresado?
Podemos afirmar que un elevado porcentaje de las veces que nos sentimos amenazados, la amenaza no está ahí frente a nosotros, la estamos imaginando, está en nuestra mente. La alteración fisiológica propia del estrés, la producimos con nuestra imaginación y aunque en ocasiones ocurre lo que fantaseamos, es mucho mayor el número de veces que eso no sucede.Cuando estamos estresados lo que estamos experimentando es miedo. Y el miedo surge porque no estamos en el aquí y el ahora, estamos proyectándonos al futuro, imaginando algo que puede ocurrir más adelante, que no está sucediendo en este momento.
En síntesis, nos estresamos con nuestros pensamientos, con nuestra imaginación, por no estar en contacto con el momento presente.
¿CÓMO EVITAR EL ESTRÉS?
Para manejar el estrés, es preciso comenzar por estar en el aquí y el ahora, nos ayuda mantener un continuo contacto nuestro cuerpo y con lo que estamos sintiendo en cada momento.
Manejar el estrés implica estar alerta y tomar conciencia cuando surja y regresar al momento presente. Contactar lo que sentimos en nuestro cuerpo y con nuestra respiración. También ayuda preguntarse ¿qué es lo que realmente está ocurriendo en este momento y describir los hechos concreto, quitando todo lo que agrega la imaginación.
Pongamos un ejemplo usted tiene una presentación en su trabajo y estámuy ansioso. ¿Qué lo angustia? lo que usted imagina que va a ocurrir: no lo voy a hacer bien, no voy a explicarme con claridad, no voy a saber responder, a su jefe no gustará, no cubriré las expectativas del cliente, y así sucesivamente. ¿Qué hacer en este caso? Sienta las sensaciones que producen estos pensamientos en su cuerpo, sólo mírelas sin juzgarlas, haga contacto con su respiración y manténgase en el aquí en el ahora tanto como le sea posible. También ayuda pregúntese. ¿Cuál es el hecho? y describirlo sin agregarle juicios de ningún tipo: El próximo lunes, a las 10:00 AM tengo una presentación, en ….Concéntrese por completo en lo que está haciendo en el momento presente. No permita que las interpretaciones y su imaginación construyan un futuro aterrador.
La próxima vez que comience a elaborar toda una película ante un hecho que esta ocurriendo, simplemente pregúntese ¿Cuál es el hecho? y quite el drama imaginario.
Otro aspecto importante es no sobre estimar lo que podemos hacer en un tiempo determinado y reservar en nuestra agenda espacio para estar relajado y realizar actividades que ayuden a liberar tensión, tales como actividades deportivas, yoga, tai-chi, artes marciales, bailes, meditaciones, paseos al aire libre, ciclismo, caminatas, masajes, biodanza, en fin la lista es larga, lo importante es que sea alguna actividad que usted disfrute, que pueda comprometerse a realizar y mantener este compromiso en el tiempo. Déle importancia al tiempo que usted dedica a ellas, no las deje, al final de la lista. Usted con el tiempo verá como esto se revierte positivamente en todo los aspectos de su Vida.
miércoles, 15 de enero de 2014
EL HOMBRE Y LA BOTELLA
Un hombre estaba perdido
en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte, llegó
a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techo. El
hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña
sombra donde
acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto.
acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto.
Mirando a su alrededor,
vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia
allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear
y a bombear sin parar, pero nada sucedía.
Desilusionado, cayó
postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había
una botella vieja. La miró, la limpió de todo
el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: "Usted necesita
primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi
amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente
antes
de marchar".
El hombre desenroscó
la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua... ¡llena de
agua! De pronto, se
vio en un dilema: si
bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si
la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría
agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar
toda el agua que quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría
y el agua de la botella sería desperdiciada. ¿Qué
debiera hacer? ¿Derramar el
agua en la bomba y esperar
a que saliese agua fresca... o beber el agua vieja de la botella e ignorar
el mensaje?
¿Debía perder
toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables
escritas no se cuánto tiempo atrás?
Al final, derramó
toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a
bombear, y la bomba comenzó a
rechinar, pero ¡
nada pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto surgió
un hilo de
agua, después
un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia...
Agua fresca, cristalina.
Llenó la botella
y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún
más de su contenido refrescante. Enseguida, la llenó de nuevo
para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó
la pequeña nota y añadió otra frase:
"Créame que funciona,
usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla nuevamente".
Hay muchas lecciones que
podemos extraer de esta historia. Muchas veces tenemos miedo de iniciar
un nuevo proyecto porque
demandará una gran inversión de tiempo, recursos, preparación
y conocimiento. Muchos
se quedan parados satisfaciéndose
con los resultados mediocres, cuando podrían lograr grandes victorias.
Muchas veces tenemos grandes
oportunidades que se nos presentan en la vida y que pueden ayudarnos a
ser
mejores personas o pueden
abrirnos puertas nuevas que nos conducen a un mundo mejor... pero tememos...
no
confiamos.
La vida es un desafío,
¿por qué no nos arriesgamos?, ¿por qué no creemos?
El tren pasa algunas veces por nuestra vida cargado de cosas... podemos
arriesgarnos y subir... o dejarlo pasar... ¿Y si no vuelve? ¿Y
si esa oportunidad que hoy dejamos pasar no se repite?
martes, 14 de enero de 2014
MIS GALLETITAS
Una
chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto.
Como debía de esperar un largo rato, decidió comprar un libro
y también un paquete con galletitas. Se sentó en una sala
del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.
En el asiento de enmedio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos dos, quedaron las galletitas.
Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se olvide!".
Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "¿Qué hará ahora este abusador?".
Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.
¡Ah, no!...Aquello le pareció demasiado. Se puso a bufar de la rabia. Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas... intacto, y cerradito.
¡Sintió tanta vergüenza! Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!
El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar:
¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor?
¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?
Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:
1.- Una piedra, después de haber sido lanzada.
2.- Una palabra, después de haber sido proferida.
3.- Una oportunidad, después de haberla perdido.
4.- El tiempo, después de haber pasado.
AUTOR: Francisco Flores
En el asiento de enmedio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos dos, quedaron las galletitas.
Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se olvide!".
Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "¿Qué hará ahora este abusador?".
Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.
¡Ah, no!...Aquello le pareció demasiado. Se puso a bufar de la rabia. Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas... intacto, y cerradito.
¡Sintió tanta vergüenza! Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!
El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar:
¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor?
¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?
Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:
1.- Una piedra, después de haber sido lanzada.
2.- Una palabra, después de haber sido proferida.
3.- Una oportunidad, después de haberla perdido.
4.- El tiempo, después de haber pasado.
AUTOR: Francisco Flores
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